martes, 15 de septiembre de 2015

¿A qué edad debería empezar a ponerme Botox?



Es el ciclo de la vida.

Nacemos, crecemos, ganamos experiencia y conocimientos mientras nuestro cuerpo sufre modificaciones morfológicas y fisiológicas que nos llevan poco a poco hasta la vejez.

Muchos aceptamos los efectos del paso del tiempo con una cierta gracia (¿qué se le va a hacer?, nos decimos a nosotros mismos, ¡es ley de vida!)

Otros, no lo llevan tan bien.

Y los hay que sienten un miedo irracional a envejecer.

Gerascofóbicos, les llaman.

A ell@s la llegada de la vejez se les hace muy, pero que muy cuesta arriba.

¿Y tú?

¿Dónde te encuentras en la escala de aceptación del ciclo de la vida?

¿Te cuesta hacerte a la idea de que poco a poco van a ir apareciendo en tu rostro y en tu cuerpo las señales del tiempo?

Normal.

No es nada fácil levantarte por la mañana, mirar al espejo y descubrir otra arruga dominando tu frente. Implacable, amenazadora.

Ni lo es sentirte juzgada cada vez que te encuentras en una reunión con gente más joven.

O poco segura sobre tu apariencia cuando vas a buscar trabajo o cuando sales de fiesta con tus amigas.

Y es que las normas sociales no escritas exigen un exterior "perfecto", sobre todo a la hora de buscar trabajo o “lanzarnos al mercado” de nuevo, tras un divorcio o separación.

Pero si es así, no te preocupes.

En absoluto.

Porque hoy en día, puedes ponerle el “freno de mano” al paso del tiempo.

Te encuentres donde te encuentres en esa escala, es posible retrasar la aparición de las señales de la vejez y hacerlo de una manera segura y eficaz.

Sí, lo has acertado.

Estamos hablando de los tratamientos de Botox.

EL BOTOX PREVENTIVO

El Botox está siendo utilizado cada vez con más frecuencia para tratamientos preventivos.

Y tiene mucho sentido.

Si esperamos hasta que las arrugas se hayan grabado firmemente en la piel rompiendo la piel, nos resultará mucho más difícil suavizar su apariencia de nuevo.

En cambio, si les ponemos obstáculos desde el primer día, no van a poder desarrollarse con tanta facilidad.

El tratamiento de Botox se suele utilizar para las líneas faciales y las arrugas que se forman por movimientos musculares normales que hacemos todos los días como hablar, reírnos, masticar, sorprendernos...

Si se inicia un tratamiento de Botox con finalidades preventivas, tanto a las personas, como a los músculos, se les puede entrenar para que eviten hacer el tipo de gestos y expresiones que contribuyen al empeoramiento de sus líneas y eso, en realidad, viene a significar que se necesitaría menos Botox o que se necesitaría con menos frecuencia.

¿No lo ves claro?

Tenemos un ejemplo muy peculiar, que te convencerá.

El caso de las gemelas que dejaron de ser idénticas 

Te presentamos a Kate y Jessica (nombres ficticios), las idénticas gemelas que se sometieron a un estudio de trece años dirigido por el dermatólogo bostoniano Dr. Kenneth Arndt.

A Kate le empezaron a inyectar Botox en diversas partes de su rostro (frente, entrecejo, y al lado de los ojos) 2 ó 3 veces al año desde que tenía 25 años de edad.

Jessica, la otra gemela, sólo recibió dos tratamientos de botox en la frente y entrecejo, el primero a los 32 años, y el segundo a los 35.

Estos fueron los resultados: http://www.essentiallybare.com/botox_study.htm

¿Sorprendentes?

De gemelas, Kate y Jessica, pasaron a ser simplemente mellizas.

Kate encantada; Jessica, menos feliz, y deseando que se la hubiese escogido a ella para iniciar el tratamiento antes.

Porque, tal y como concluye el Dr. Ardnt, el tratamiento preventivo de Kate detuvo la formación de las llamadas líneas permanentes que se manifiestan con el tiempo como resultado del deterioro del tejido dérmico y epidérmico causada por las repetidas contracciones musculares.

Pero es que, además, el Dr. Ardnt especulaba que puede que sea probable que un tratamiento con Botox a largo plazo pueda prevenir el desarrollo de las líneas impresas no sólo mediante la inhibición de la capacidad del paciente para contraer el músculo, sino también a través de la modificación del comportamiento del mismo.

Es decir que un tratamiento de larga duración iniciado de manera preventiva cuando las arrugas aún no han tenido tiempo de desarrollarse, hace que la persona se acostumbre a tener poca, o ninguna necesidad de contraer el músculo objetivo. 

Sabemos lo que estarás pensando:

“Eso no puede ser bueno.
Si un músculo no se contrae como tiene que contraerse, tendremos un aspecto poco natural”.

Conclusión lógica pero no cierta.

Sobre todo si te pones en manos de expertos en Medicina Estética Facial, que sepan exactamente dónde y cuánto Botox deben inyectar.

En tu caso, lo tienes fácil, porque acabas de encontrar a ese equipo experto: El equipo de FC Facial CLINIQUE.

Gerascofóbica o no, si la idea de perder tu belleza juvenil no te deja dormir por la noche, piensa que existe una opción: los tratamientos de Botox preventivos.

Y los demás, que digan lo que quieran.

¿Tienes dudas sobre el tratamiento? Desmentimos siete mitos sobre el Botox aquí.

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domingo, 14 de junio de 2015

La Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética.


La cirugía plástica es la rama de la medicina que engloba entre otras sub-especialidades a la cirugía estética y  la SECPRE es la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética. Los motivos de pertenencia de FC Facial CLINIQUE a esta sociedad son los mismos que expusimos en el artículo sobre la SECE, pues nuestro director es un miembro reconocido y especialista en Cirugía Plástica que se ha hecho merecedor de formar parte de esta sociedad por sus méritos en cuanto a formación, conocimientos, ética y experiencia y por actualizar continuamente sus conocimientos a través de congresos, cursos y publicaciones científicas. La SECPRE es una sociedad que nació como SECPR en 1953 de la mano de los doctores Sánchez Galindo, Soraluce Goñi, Vilar-Sancho Altet y Álvarez Lowell. El objetivo de esta sociedad era en un principio el mejorar la calidad de asistencia incidiendo en la formación profesional, ética, práctica clínica e investigación. A partir del año 73 se incluye la coletilla de Estética en el nombre de la sociedad, quedando formada la actual SECPRE, debido a los numerosos avances y la importancia que la cirugía estética había cobrado en ese momento. Mantiene sus objetivos originales en mente y trabaja para defender los intereses de sus miembros para ayudarles a resolver sus problemas. Entre otros de sus objetivos están:
  • Aglutinar a los profesionales médicos españoles que sean Especialistas en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
  • Potenciar y dignificar la profesión.
  • Colaborar con los organismos públicos o privados, competentes en la materia, para establecer los requerimientos mínimos en la asistencia del enfermo que precise técnicas de Cirugía Plástica.
  • Desarrollar trabajos de investigación en el ámbito de la Especialidad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
  • Divulgar entre la clase médica los conocimientos sobre la Especialidad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
  • Estimular las actividades científicas de las instituciones asistenciales, unidades y Servicios de Cirugía Plástica y centros de investigación.
  • Facilitar la enseñanza de la Especialidad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética a todos los niveles.
  • Gestionar, respaldar y potenciar las medidas más convenientes para el desarrollo de la Especialidad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética en aquellas Instituciones que puedan tener o tengan alguna relación con la misma.
  • Editar la Revista IberoLatinoamericana de Cirugía Plástica y otras publicaciones científicas o informaticas.
  • Organizar con periodicidad Congresos y reuniones científicas.
  • Velar por la profesionalidad ética y formación científica de sus socios.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética se reserva el derecho de combatir, dentro de la legalidad vigente, cualquier tipo de actividades o manifestaciones que vayan en contra del buen nombre de la especialidad o sus profesionales. En FC Facial CLINIQUE, perteneciendo a esta y otras sociedades pretendemos que nuestros pacientes sepan que trabajamos siempre conociendo las últimas novedades en el sector y formándonos en las técnicas más avanzadas para ofrecer un servicio de calidad y garantizar unos resultados idóneos. 

Si estás interesado en conocer de primera mano toda la información de la SECPRE te invitamos a entrar a su página web a través de la siguiente dirección: http://secpre.org/



También puedes solicitar una consulta médica gratuita llamando al 902 52 22 40 o 607 62 84 05  o entrar en nuestra web y conocer nuestros servicios. Estaremos encantados de atenderte en nuestras clínicas de Barcelona, Castellón, Santander, Bilbao, Pamplona, Palma de Mallorca, Oporto y Sevilla. En FC Facial CLINIQUE, cuidamos tu cara.

martes, 24 de marzo de 2015

¿Te tienta la idea del botox? Atrévete sin que nadie lo note





Esta es la historia de Ana.

Ana no es una de esas famosas que vemos en las pantallas, luciendo sus vestidos de fiesta de Chanel en las alfombras rojas.

No.

Ana es una mujer como tú y como yo.

Una mujer que se levanta cada día con mil cosas en la cabeza: facturas por pagar, jefes con los que lidiar, y niños que alimentar.

Ana cumplió 42 años el mes pasado.

Un día, al poco de haber celebrado su cumpleaños, sentada frente al ordenador, notó algo distinto en su rostro, en el reflejo de la pantalla.

Se levantó y fue al baño para comprobar en el espejo lo que acababa de ver.

Ahí estaba: amenazador, malintencionado, profundo.

Un surco se había formado entre sus cejas.

¡Qué horror!

Volvió a comprobar.

No tenía pérdida.

Pasaron los días, y esa zanja maldita no mejoraba ni con cremas antiarrugas ni con tratamientos cosméticos.

Era como si un pequeño genio maligno pasase la noche ahondándola aún más. 

El maquillaje no servía de nada, solo hacía que acentuar el maldito surco. 

Se cortó el flequillo. Nada.

Ana se obsesionó con erradicar y ocultar al villano.

Sus amigos y familiares le preguntaban si se encontraba bien, que parecía estar cansada.

Y lo estaba. Estaba cansada de esa miserable “mega-arruga” que dominaba su rostro, y le hacía  parecer como si estuviese frunciendo el ceño permanentemente.

Lo peor de todo es que ella sabía que podía hacer algo al respecto, algo a lo que siempre se había resistido:


Los tratamientos antiarrugas con botox


Porque parece que en cuanto nos ponemos a hablar de este tema, no hay término medio.

O eres del bando de las que están de acuerdo en sacar provecho a los tratamientos cosméticos que están a nuestro alcance, o eres de las que consideran que es un crimen envejecer con ayuda.

O amas al botox o lo odias.

Pero lo cierto es que, nos guste admitirlo o no, tantas otras mujeres como Ana, se miran en el espejo,  y se preguntan, ¿por qué no?

Finalmente, Ana habló con una amiga que utilizaba botox desde hacía años, y se mantenía estupenda.

Ni te lo pienses”, le dijo. “No tienes por qué decírselo a nadie. Ni siquiera a tu marido, si no quieres. Pero puedes estar segura de que vas a verte y sentirte mucho más joven y más feliz.”

Pero Ana se sentía avergonzada de sentirse tentada.

Tendría que aprender a llevar mejor el paso del tiempo, ¿no?

“Pensar en el Botox es de ser narcisista”, se repetía a sí misma. “¿No tengo nada más importante de qué preocuparme a mis 42 años?”

“Sin embargo, lo cierto es que cada vez más y más personas reales, como yo, se atreven con el botox para atenuar las arrugas.”

“Además, ¿qué diferencia hay entre el botox y teñirse las canas?”

Y una buena mañana, una mañana como cualquier otra, Ana cedió.

Sin pensárselo más, pidió una cita en FC Facial CLINIQUE.  

Le dijo una mentira piadosa a su marido, abrió la puerta y se fue “al dentista”.

Lo que tú buscas, Ana, es una atenuación discreta y sutil”, le comentó el Dr. “Tú no necesitas una transformación milagrosa que te haga parecer diez años más joven”.

Ana exhaló.

¡Qué alivio!

Eso era justo lo que necesitaba: una cantidad mínima de Toxina Botulínica tipo A, para debilitar los músculos responsables de las líneas de expresión faciales.

Ella temía que el tratamiento fuera molesto, pero ni siquiera percibió la microinyección en la frente.

No quedaron marcas, ni inflamación, ni moratones.

Ana volvió a casa como si nada hubiera sucedido. 

Su marido la saludó y le dio un beso.

Todo normal.

Ahora era cuestión de esperar a que el tratamiento hiciese efecto, en unos días.

Era demasiado tarde para los remordimientos.

Tras un par de días, Ana comenzó a sentir algo distinto alrededor de las cejas. Le costaba fruncir el ceño, incluso cuando se lo proponía.

Pero, por fin, el dichoso surco en la frente que tanto le había fastidiado, empezó a desaparecer. 

Y en unos días más, se había desvanecido por completo.

Fue una sensación edificante.

Podía volver a mirarse en el espejo.

Pero, ¿se habría dado cuenta alguien más?

Habían pasado diez días desde el tratamiento, durante el cual, Ana se mantuvo deliberadamente alejada de sus amigas.

Hoy, había quedado con ellas para comer.

¿Cuál sería su reacción?

“¡Pero qué bien que estás, Ana! ¿Has perdido peso?”  

Parece que notaron algún cambio, pero no sabían exactamente de qué se trataba.

Finalmente, después de un par de copas de vino, Ana confesó.

Una de sus amigas se horrorizó.

Dos de ellas, se quedaron intrigadísimas.

Las otras dos exigieron el número de teléfono de FC Facial CLINIQUE de inmediato.

Ana siguió con el día a día.

Muchos eran los que le decían que la veían muy bien, pero nadie se le acercó y le preguntó directamente si se había puesto botox.

Nadie.

Solo cuando Ana optaba por confesar, los otros comentaban que sí, que al saberlo era clara la diferencia.

“Creía que había gato encerrado”, admitió su amiga Gloria, “pero no sabía exactamente qué era”.

¿Y su marido?

Él seguía sin saber nada.

Era un encanto y siempre insistía en que Ana era perfecta, que la quería como era, que no le hacía falta ningún tratamiento.

Finalmente, después de dos semanas, Ana le preguntó si había notado algo diferente en ella últimamente.

Él dibujó aquella expresión de haber sido “pillado” que tienen los hombres cuando no han notado que su pareja llega a casa con un nuevo peinado o ha cambiado el color de su pelo.

“En realidad, sí que he notado que pareces más feliz”, comentó.

¡Claro!, pensó Ana, ¡cómo que ya no tengo la “mega-arruga”!

Y, por fin, la confesión.

"¿Botox? Hmmm… pues desde luego sí que te veo más joven, más despreocupada."

Así, sin más.

Sin comentarios negativos, ni reproches. 

"Si te hace feliz…"

De eso se trata, pensó Ana, de ser feliz. 

Y los demás, que digan lo que quieran.

 ¿Y a ti?

¿Te tienta la idea del botox?

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¿Tienes dudas sobre el tratamiento?

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¡Porque ya es hora! ¿Te atreves con el botox? 



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martes, 17 de marzo de 2015

Pssssst... Oye, ¿tú botoxeas (y lo admites)? Estos famosos sí.



Hay que admitirlo.

Muchas y muchos de nosotros, en más de una ocasión, nos hemos mirado al espejo y pensado,

¡Cómo me gustaría volver a ser yo misma/o hace unos cuantos añitos!

¿Cierto o no? Seguro que sí.

¡Lo bien que nos haría sentir recuperar aquella luminosidad de la piel juvenil, y eliminar esas arrugas tercas que cada vez se marcan más en nuestra cara!

Y la pregunta que nos hacemos es, ¿me atrevo a ponerme botox?

Pero aparecen las incertidumbres y nos asedian las dudas:

Seguro que todo el mundo lo notaría, sería el centro de todos los rumores, y si no me queda bien… 

Y entonces, una tarde tranquilos mirando la tele con nuestro cafetito en mano, nos aparece la resplandeciente Jennifer Aniston, promocionando su última película Cake.

Y nos preguntamos, pero, ¿y esta mujer? ¿Cuántos años debe tener? ¡Hace décadas que está exactamente igual de guapa que cuando hacía de Rachel en Friends!

La curiosidad nos consume.

No puede ser que la que fuese el primer amor de Brad Pitt, tenga una genética tan afortunada y que a sus 45 años no tenga ninguna muestra de envejecimiento. Nada. Ni una arruguita, ni un kilito de más. Absolutamente nada.

Indagamos en Internet, y ahí está:

"Jennifer Aniston, admite que es una fan del botox"

Claro, ahora se entiende.



Las famosas que se atreven con el botox (y lo admiten)


Sigues chismorreando un poco más (¿por qué no?, de vez en cuando es terapéutico), y ves a la diosa australiana del pop, Kylie Minogue, que con 46 años está casi igual que cuando actuaba como Charlene Robinson en la serie que la lanzó a la fama en los ochenta, Vecinos; radiante, juvenil, y defendiendo su tratamiento con botox con todo orgullo. Y la verdad es que ni se le nota, ¡tiene un aspecto tan natural!

Y empiezas a decirte a ti misma: esto hay que investigarlo. ¿Tendré que atreverme con el botox?

Y entonces aparece Cindy Crawford, con casi 50, tan espectacular como cuando era la modelo mejor pagada del planeta, y piensas, aquí también hay gato encerrado.

Efectivamente, Cindy confiesa que ella utiliza botox con frecuencia porque la presión a la que se enfrentan las famosas en Hollywood es tal, que es necesario mantener un aspecto joven y radiante siempre, para seguir consiguiendo trabajos.

¡Pues imagínate el resto del mundo!

Imagínate, querida Cindy, cómo nos sentimos las que tenemos carreras, experiencia, y unas cuantas arrugas, y no conseguimos encontrar trabajo. ¡Y somos muchas! 

¿Y recuerdas a la radiante Courtney Thorne-Smith? ¿La actriz americana que triunfó como Alison Parker en la conocida serie Melrose Place?

Courtney tiene ahora 47 años y también admite que utiliza tratamientos de toxina botulínica desde hace más de diez años, como puedes ver en este vídeo.

La actriz comenta que, hasta hace poco, los medios de comunicación no le habían preguntado abiertamente si utilizaba botox, porque como tiene un aspecto muy natural ni se habían percatado de sus tratamientos pero que, en su vida privada, ella siempre ha admitido que lo utiliza, y que está encantada.

Oye, habrá que pensárselo.

Y es que incluso la bellísima Linda Evangelista confiesa que ha probado protocolos anti-envejecimiento como el botox para rejuvenecer su piel:

He recurrido al botox, como todas las modelos. Me gusta reconocerlo. No somos sobrehumanas y también envejecemos.

Y Paz, nuestra gran Paz Vega, respondiendo a la pregunta ¿cuál es el límite en el uso del ácido hialurónico y el botox?, Paz respondía que:

"El límite está en siempre ser tú. El otro día me preguntaban: "¿Estás de acuerdo con la cirugía estética?". Y no es cuestión de estar de acuerdo. Es que, de la misma manera que uno se cuida por dentro, hay que cuidarse por fuera. Para mí está bien. No sólo porque viva de mi imagen, sino porque, si la ciencia te da la posibilidad de sentirte bien, ¿por qué no?"

Eso digo yo, ¿por qué no?

Y es que incluso los hombres se atreven al "brotox"



Ellos también se atreven con el "brotox"


Y como has podido leer en nuestro anterior artículo Atención, desmentimos 7 mitos sobre el Botox, ¡porque ya es hora!, cada año son más los hombres que reciben tratamientos de botox (o brotox, término acuñado recientemente en inglés para referirse a los hombres que utilizan botox). 

De hecho, si sigues con tu investigación por Google, verás que Tom Cruise mantiene ese atractivo físico con una simple inyección de botox en su frente cada 4 o 6 meses, y Harrison Ford elimina sus patas de gallo del mismo método.

Michael Douglas tampoco escatima en botox. Todo sea por mantenerse a la altura de su bellísima mujer Catherine Zeta-Jones.

Simon Colwell, el juez "villano" en el famoso programa American Idol, ha sido siempre un defensor de los tratamientos de botox, incluso llegando a afirmar que para él, el botox es como la pasta de dientes: es decir, algo imprescindible.

Colwell ha convencido al también británico y mundialmente conocido chef Gordon Ramsay, para que mejore su aspecto y atenúe las pronunciadas arrugas que le caracterizaban, y con las que, él mismo admite, ya no podía enfrentarse.

Todos ellos lo admiten.

Todos ellos están encantadísimos con sus tratamientos, y con los resultados.

Y es que a veces, no es tan solo cuestión de vanidad.

A veces, como te comentábamos en "Pregunta: ¿puede cambiarme la vida el Botox?", las normas sociales no escritas exigen un exterior "perfecto", sobre todo a la hora de buscar trabajo o “lanzarnos al mercado” de nuevo, tras un divorcio o separación.

Y, ¿sabes qué?



No hace falta ser famoso/a para apostar por uno/a mismo/a



Atrévete con el botox hoy, y verás como tu piel vuelve a verse mucho más saludable y, resplandeciente, y las arrugas que tanto te preocupaban, han desaparecido, te sientes mucho más joven, y renuevas esa confianza en ti misma que habías perdido.

Si sigues teniendo dudas, el equipo de FC Facial CLINIQUE estará encantado de disiparlas. 

Ponte en contacto con nosotros y… ¡atrévete con el Botox!


Bono Promocional para Botox




martes, 10 de marzo de 2015

¿Puede cambiarte la vida el botox? ¡Sin lugar a dudas!

Descubre las ventajas que el botox puede aportarte


Vale, sí, esa seguridad puede parecerte algo “exagerada” o, al menos, bastante melodramática, pero es que no podemos evitarlo, porque ¡no sabes la de veces que hemos visto los efectos positivos que nuestros tratamientos de botox han tenido en tantas y tantas mujeres!

Y eso, para nosotros, no tiene precio.

Recibir mensajes como el que puedes leer a continuación, nos aporta muchísima, pero muchísima satisfacción:


Raquel comenta cómo el botox le ha cambiado la vida


Para Raquel, como para otras tantas pacientes de FC Facial CLINIQUE, la vida ha mejorado.

Ahora se levanta por la mañana, se mira al espejo y se ve radiante, se siente optimista sobre su futuro y ha dejado atrás la melancolía sobre su pasado.

Y nosotros estamos encantados. ¿Cómo no?

Dejemos aquí el caso de Raquel y hablemos un poco de ciencia, para que veas cómo los tratamientos con botox pueden cambiar la vida de las personas.


La cara de la emoción


En su libro La cara de la emociónel neoyorquino Eric Finzi nos explica que, simplemente forzando una sonrisa en tu rostro o frunciendo el ceño, puedes inducirte a ti misma sentimientos de felicidad o de tristeza.


El concepto de que la mente sigue al cuerpo y los sentimientos siguen a las acciones no es nuevo y Charles Darwin ya hacía mención a esto en su día. La idea es que no fruncimos el ceño porque estamos tristes, sino que también estamos tristes porque estamos frunciendo el ceño.

¿Interesante, verdad?

Espera, que esto sigue.

Finzi cree que él puede cambiar la sensación de bienestar mental de las personas, simplemente manipulando lo que hacen con su rostro. 

Para demostrarlo, este cirujano dermatológico lleva unos cuantos años inyectando botox en el músculo corrugador (el responsable de que frunzamos el ceño) de pacientes con depresión, para evitar que éste se contraiga.

¿Por qué, te preguntarás?

Su razonamiento es que el botox interrumpe el proceso de retroalimentación que va hacia el cerebro y provoca nuestro estado de ánimo negativo. Es decir: si no fruncimos el ceño, el cerebro no sabe que hay algo que nos molesta y, por lo tanto, nos sentimos más positivos.

¿Perdona?¿Cómo?¿Que las personas con depresión pueden curarse viéndose más felices o reprimiendo su capacidad de parecer tristes?

No, curarse no, pero mejorar su estado de ánimo sí.  

De hecho, en el mayor estudio hasta la fecha, sobre el efecto que el botox tiene en la depresión, Finzi y Norman E. Rosenthal, descubrieron que el 52% de los participantes que sufrían niveles moderados o serios de depresión, mejoraban considerablemente tras inyectarse botox en sus líneas glabelares entre los ojos.

Por el contrario, solo el 15% de los participantes que recibieron el placebo salino, mejoraron su afección.

El propio Finzi reconoce que el tratamiento no es una cura para esta grave enfermedad, y que las inyecciones tienen que repetirse cada pocos meses para mantener el efecto, pero también afirma que sus pacientes se sienten mejor porque se ven mejor, y porque aquellos a su alrededor les tratan de una manera mucho más positiva.

Evidentemente, hay muchas preguntas que contestar, y mucho camino por recorrer, pero si el botox consigue mejorar la perspectiva de vida de las personas que lo necesitan, merece la pena el esfuerzo.

Pero, vayamos a lo más importante, que eres tú.

¿Vas a sentirte mejor después de un tratamiento de botox?



¿Puede cambiarte la vida el botox?


Además del efecto Finzi, que acabamos de describir, hay muchos otros factores a tener en cuenta. 

Para adentrarnos en el tema, empecemos con una pregunta:

¿Recuerdas cuando en los años 70, la por aquel entonces diva del aerobic, Jane Fonda, dijo que iba a tratarse con medicina estética para dejar de parecer cansada, cuando en realidad nunca estaba cansada?

Tal vez no, pero es precisamente ese sentimiento que compartía la reina de los maillots y los calentapiernas, el que afecta a muchas de nuestras pacientes antes de sus tratamientos de botox:

El mero hecho de encontrarse en un cuerpo que envejece y una mente que se mantiene al 110%.

Sabes a lo que nos referimos, ¿verdad?

Hay muchos/as que creen que no deberíamos inmiscuirnos con la naturaleza, que deberíamos dejarla seguir su curso.

Pero lo cierto es que el envejecimiento no nos afecta a todos de la misma manera.

Muchos perdemos la confianza, incluso degradamos la opinión que tenemos de nosotros mismos al mirar en el espejo y ver a alguien casi irreconocible.

El maquillaje a veces ayuda, pero no siempre.

Las normas sociales no escritas exigen un exterior "perfecto", sobre todo a la hora de buscar trabajo o “lanzarnos al mercado” de nuevo, tras un divorcio o una separación. No nos engañemos.

Pero entonces un buen día decimos: venga, ¡hoy me atrevo con el botox!


Y, tras un tratamiento extremadamente rápido, del que nadie tiene por qué enterarse si tú no quieres:

  • Nuestra piel vuelve a verse mucho más saludable y luminosa, y las arrugas que tanto nos preocupaban, han desaparecido.  
  • Parecemos mucho más jóvenes.  
  • Nos sentimos mucho más jóvenes.  
  • Renovamos la confianza en nosotras mismas que habíamos perdido. 
  • Estamos mucho más cómodas al enfrentarnos a un grupo o a un público. 
  • Incluso, nos sentimos mucho más atractivas.
  • Dejamos de fruncir el ceño, por lo que no le damos motivos a nuestro cerebro para sentirse afligido, y por lo tanto, se siente mucho más feliz.


¿Qué te parece? ¿Te cambiaría la vida el botox?


Nosotros creemos que sí, pero nunca lo averiguarás si no te atreves con él.

El post Atención, desmentimos siete mitos del botox, porque ya es hora te ayudará a disipar cualquier duda que tengas sobre el tratamiento con botox.

Y si necesitas hablar personalmente con un experto, no dudes en contactar con nuestros profesionales en cualquiera de las clínicas de FC Facial CLINIQUE.

Pide tu cita, atrévete con el botox y… ¡transforma tu vida!


Bono Promocional para Botox