A muchos la toxina botulínica les
recuerda al botulismo, una enfermedad cuya vía de intoxicación son los
alimentos mal conservados y responsable de que, a fin de evitar intoxicaciones,
las conservas enlatadas deban someterse siempre a un proceso de prevención como
sistema sanitario antes de ponerse a la venta en el mercado. Los investigadores
y científicos encontraron la parte positiva a esta toxina, y la utilizaron a
mediados de los años 70 para tratar espasmos musculares permanentes, como tics,
estrabismo o tortícolis.
Hay
que conocer que las diferentes cepas de Clostridium botulinum producen siete
formas inmunológicamente diferentes de la neurotoxina botulínica y sus
denominaciones van de la TbA a la TbG, siendo los subtipos más utilizados en la
medicina estética los TbA y TbB, siendo la primera la única autorizada para el
uso médico-estético por parte del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad en España.
Su uso en la medicina estética,
como sucede muchas veces, se descubrió por casualidad. Un equipo médico de la
Universidad de Vancouver en Canadá atendía a un paciente con trastornos
neurológicos y observaron que cuando introducían la toxina en el interior del
músculo, además de combatir la patología, desaparecían las arrugas de manera
instantánea.
Fue entonces cuando la toxina
botulínica de tipo A revolucionó la medicina estética, pues se trataba de una
técnica eficaz y segura para borrar arrugas sin recurrir a técnicas invasivas
que requieren cirugía y bisturí.
Hay que conocer que se utiliza
una cantidad mínima de toxina en cada tratamiento, alrededor de 100 unidades de
la misma, mientras que la enfermedad la provocan un mínimo de 4.000 unidades de
la toxina botulínica, lo cual hace que los pacientes no corran ningún riesgo y
que el tratamiento sea 100% seguro.
Está indicada para prevenir la
aparición de arrugas dinámicas o suavizar las ya existentes, pues al aplicarla
se consigue que los músculos no se contraigan con tanta fuerza y proporciona un
aspecto más juvenil a la piel.
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utilizamos toxina botulínica del tipo A en nuestros tratamientos, siempre con
la aplicación por parte de un equipo médico autorizado, cualificado y
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