Existe en España, por desgracia,
una desinformación generalizada sobre la
medicina estética en general y en particular sobre cierto tipo de productos
como la toxina botulínica cuyo caso se agrava por los peligros que puede
suponer este desconocimiento.
Los tratamientos a base de toxina
botulínica son de los más demandados en el tratamiento de las arrugas de
expresión y han proliferado las clínicas que los ofrecen, generando una mayor
competencia y una bajada de precios. Que este tipo de tratamientos esté cada
vez más al alcance de un mayor número de pacientes es algo maravilloso siempre
que se respete la normativa vigente y se utilicen los fármacos aprobados por la Agencia Española del Medicamento.
Se tiene conocimiento de que hay
clínicas que ofrecen este tipo de tratamiento a precios extremadamente baratos,
algo que debería llevar al paciente a desconfiar, pues ningún vial de las tres
marcas homologadas de toxina botulínica para medicina estética baja de ese
precio.
Existen actualmente cuatro laboratorios homologados. Tres
de ellos trabajan con toxina botulínica TIPO
A, que es la permitida en la medicina estética: Allergan, Galderma y Merz. El otro laboratorio, Eisai
trabaja con toxina botulínica TIPO B,
cuyo uso hospitalario está permitido para tratar la hiperhidrosis axilar
primaria y la migraña crónica.
Los tres laboratorios que
trabajan la toxina botulínica TIPO A distinguen también entre sus productos
destinados a tratamientos médicos no relacionados con la estética y sus
productos preparados y destinados a la medicina estética fácil. Los tres tipos
de toxina botulínica que os deben administrar en vuestro centro de medicina
estética solo pueden ser: Vistabel® de Allergan, Azzalure® de Galderma y Bocouture® de Merz. Cualquier otra
marca, como puede ser la coreana Neuronox®,
en auge debido a su bajo precio, está prohibida terminantemente por la Agencia
Española del Medicamento, pues no ofrece seguridad a los pacientes y puede
llevar a la aparición de reacciones
adversas graves.
Nunca va a ser justificable el
uso de una toxina botulínica que no sea de las tres marcas nombradas, cualquier
otra habrá sido distribuida sin control administrativo ni sanitario y estarás
poniendo en peligro tu salud. Tampoco el inadecuado uso del medicamento da
lugar a justificación, pues cada paciente debe observar cómo se desprecinta el
vial en su presencia ya que debe ser nuevo para cada paciente e incluso para
cada tratamiento. Ninguno de los 600 miembros de la Sociedad Española de
Medicina y Cirugía Cosmética (SEMCC) ha detectado problemas ni efectos
secundarios en sus pacientes que no fueran de carácter leve por lo que os
aconsejamos siempre poneros en manos de expertos que trabajen en consonancia
con la ley.
La toxina botulínica es un medicamente insustituible, no te la juegues
con lo que, quizás, no lo es.
En FC Facial CLINIQUE trabajamos solo con
las marcas autorizadas en toxina botulínica y nuestros médicos están
especializados para poder ofrecerte un servicio seguro y eficaz.
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