Qué alegría cuando llega el
verano, una estación del año que nunca queremos que se termine, no solo porque
la mayoría de nosotros disfruta de las tan merecidas vacaciones, sino porque
orgánicamente se produce un efecto positivo en nuestro organismo. La luz solar es muy beneficiosa para la
salud y ayuda que nuestro cuerpo sintetice la vitamina D, necesaria para el
crecimiento de los huesos.
Como siempre todo lo positivo
tiene su parte negativa si no tenemos mesura en la exposición al sol. Nuestra piel actúa como barrera protectora
del organismo, y esta a su vez posee un manto que la protege de los agentes
externos. Pero esa protección tiene un límite, una exposición continuada al sol puede desembocar en una elastosis
solar.
¿Qué es la elastosis solar? La elastosis solar cutánea es el envejecimiento cutáneo precoz e
incurable que está ocasionado por la acción de los rayos UVA sobre las fibras
elásticas de la piel. Dos de los principales componentes de la piel, el
colágeno y la elastina, son las encargadas de darle elasticidad y firmeza. La
elastosis solar actúa destruyendo el colágeno
y el equilibrio con la elastina se
rompe. En la dermis se acumula una elastina anormal que sintetiza los
fibroblastos cuyo ADN ha sido alterado por los rayos ultravioleta, haciendo que
la piel de la persona en cuestión parezca más vieja de lo que en realidad es.
Los efectos de la elastosis solar los podremos observar principalmente
en dos tipos de personas:
· Personas que pasan gran parte de su día en la
playa tomando el sol de manera desmedida.
·
Trabajadores que se ven obligados a desempeñar
su trabajo al aire libre, como campesinos, obreros o guías turísticos.
Los afectados se identifican por
su piel extremadamente seca, arrugada, con el relieve muy resaltado y con
manchas en la misma.
¿Cómo prevenir la elastosis? Solo existe una manera de prevenir
esta enfermedad y es evitar las quemaduras solares. Utiliza un protector solar siempre, no solo ahora en verano,
también en invierno, pues los rayos UV siguen incidiendo con fuerza a pesar de
las temperaturas y protégete con sombrero y gafas de sol las partes más
sensibles de tu cuerpo así como otras prendas protectoras. El consumo de agua y
la dieta equilibrada también disminuye el riesgo de lesiones en la piel.
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