La soja es una legumbre cuyo consumo es muy común en los países orientales, pues está presente en su dieta diaria, y poco a poco va entrando en las costumbres alimenticias occidentales. Las marcas cosméticas tampoco han desperdiciado el tiempo, pues son bien conocidas todas sus propiedades que ayudan al cuidado de la piel femenina, sobre todo en mujeres que pasan de los 40 años.
La soja la encontramos en los
supermercados de varias formas pero una muy habitual es la bebida de soja o de
leche con soja que resulta muy fácil de tomar a la hora de desayuno y así prevenir, desde primera hora del día,
la tensión alta, el ácido úrico, el colesterol y las enfermedades
de corazón, hígado, intestino y piel.
Existen estudios que demuestran
que las mujeres orientales poseen un cutis mucho más terso, una salud de hierro
y una menopausia con menos problemas que las occidentales. Estos estudios se
dieron cuenta de que la soja formaba parte de la dieta de estas mujeres e
investigaron las propiedades de la legumbre. La soja es rica en isoflavonas, concretamente en genisteína,
sustancia semejante al estrógeno y excelente para prevenir osteoporosis y problemas derivados de la menopausia,
así como reducir la acumulación de toxinas, los síntomas premenstruales y
actuar como antioxidante.
La soja además tiene importantes
propiedades nutritivas, pues resulta una
fuente inestimable de proteínas y un elemento esencial de aquellos que
sigan una dieta vegetariana. Ayuda a cuidar la línea, pues al ser rica también
en fibra y triptófano (un aminoácido) calma el apetito y evita estreñimiento e
insomnio.
Alrededor de la soja también
existen muchos falsos mitos, como aquel que dice que causa infertilidad y
desequilibrio hormonal en los hombres y lactantes. Se ha demostrado que sus
isoflavonas no alteran los niveles hormonales aunque sí que es cierto que
impide la asimilación de algunos minerales al poseer una elevada cantidad de
fibra.
Para la piel, lo más importante son las propiedades antioxidantes y su capacidad
para estimular la creación de colágeno y retener la hidratación cutánea. Si
no eres amante del sabor de las bebidas de soja, algo que suele ocurrir, puedes
encontrarla como legumbre para cocinar e incluso como fruto seco. También
muchas marcas de cosméticos reconocidas comercializan mascarillas de soja con
las que puedes aprovechar sus propiedades igualmente.
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